San Bartolo de Berrios se viste de luto

San Bartolo de Berrios se viste de luto : entre el dolor de una comunidad rota y el clamor de justicia, despiden con el corazón en pedazos a siete jóvenes cuyos sueños fueron apagados por la violencia

Este miércoles 21 de mayo, el templo de Nuestra Señora de Guadalupe, Reina de los Apóstoles, se llenó de llanto, silencio y abrazos apretados. No era una misa cualquiera, pues la comunidad San Bartolo de Berrios despedía a siete de sus hijos, víctimas de la violencia que, sin aviso y sin sentido, golpeó de madrugada a esta pequeña comunidad rural.

El 19 de mayo quedará marcado como una herida profunda en la memoria colectiva. Siete jóvenes uno de ellos menor de edad, dos más hijos del delegado de la comunidad fueron asesinados mientras convivían en lo que parecía ser una noche cualquiera, tras finalizar una fiesta patronal. La brutalidad del ataque no solo arrebató vidas, también rompió familias, sueños y la aparente tranquilidad que aún resistía en este rincón guanajuatense.

El templo no dio abasto. Gente parada, otros de pie afuera, todos unidos en el dolor, un sentimiento que no los dejaba creer que la violencia hubiera tocado con tanta saña a San Bartolo. Tras la misa, los cuerpos fueron llevados al panteón municipal.

En el cortejo fúnebre, madres con rostros devastados sostenían retratos; hermanos, amigos y vecinos caminaban bajo el sol, entre rezos, canciones y lágrimas. Todo esto con un fuerte resguardo de elementos Municipales y de la Guardia Nacional.

Este no es un hecho aislado. Es el eco de una realidad que se ha vuelto insoportable; la normalización del horror. Las cifras ya no son solo números en un informe, ahora tienen nombre, historia, familia.

La comunidad exige respuestas, pero sobre todo exige justicia. No basta con llorar, ni con enterrar a un hijo, un hermano, unos jóvenes que aun tenían mucho porque vivir. Hace falta memoria, pero también acciones. Porque cada bala que arrebata a un joven es una deuda pendiente del Estado, de la sociedad, de todos.

San Bartolo de Berrios llora hoy a sus muertos. Y mientras los sepulta, también clama que su muerte no sea en vano. Que este dolor se transforme en fuerza, en conciencia, en un alto definitivo a la violencia que amenaza con desdibujar el futuro de nuestros jóvenes.

En imágenes Andrés Martínez para el 28 de Guanajuato Victoria Vera