Desde el laboratorio hacia la solución hídrica.
La Universidad de Guanajuato impulsa sistema de tratamiento de agua con luz solar y colaboración internacional.
En un contexto de crisis hídrica prolongada y creciente preocupación ambiental, investigadores de la Universidad de Guanajuato han desarrollado un sistema piloto de tratamiento de agua que utiliza la luz solar como recurso clave. Un proyecto que no solo apuesta por la innovación tecnológica, sino que también plantea una respuesta real a la escasez de agua, desde el corazón de la academia.
El sistema, desarrollado en el Departamento de Química de la División de Ciencias Naturales y Exactas, es liderado por el Dr. Juan Manuel Peralta Hernández, quien subraya que esta línea de investigación tiene más de una década de trabajo constante. El objetivo es claro: utilizar la energía solar como aliada en la descontaminación de aguas industriales que hoy por hoy resultan difíciles de tratar por métodos convencionales.
“Desde hace algunos años en la Universidad de Guanajuato, venimos trabajando en el tema del tratamiento de agua… combinamos la luz solar con procesos de oxidación avanzada para potenciar el tratamiento de agua contaminada de diferentes orígenes”, explicó el investigador.
Este sistema ha sido probado ya en una planta piloto, utilizando efluentes reales contaminados con colorantes industriales, compuestos altamente recalcitrantes presentes en sectores como la curtiduría, la industria textil o farmacéutica. Para ello, la investigación contó con la colaboración internacional de la Plataforma Solar de Almería, en España, considerada uno de los centros más importantes del mundo en tecnologías solares.
“Uno de los estudiantes, Martín Pacheco, estuvo de estancia en la Plataforma Solar de Almería. Ahí se documentó, obtuvo conocimiento, y al regresar lo aplicamos en el laboratorio… así hemos ido dando pasos hacia adelante”, compartió el Dr. Peralta.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Trabajar con aguas reales implica lidiar con matrices complejas y contaminantes múltiples, lo cual demanda un diseño de procesos altamente adaptables.
“Sí, trabajar con aguas reales es complicado… no solo es un contaminante, es una mezcla muy compleja. Pero con los desarrollos que hemos hecho, ya tenemos condiciones para tratarlas aquí en laboratorio”, señaló.
El impacto de esta tecnología podría ser determinante para la industria guanajuatense. Más allá del laboratorio, el equipo busca acercarse a los sectores productivos para escalar el sistema y adaptarlo a sus necesidades específicas.
“Desde la parte académica trabajamos en el diseño y reajuste de variables… la industria puede aprovechar este conocimiento que desde la universidad estamos generando. El impacto es trascendente, los resultados ahí están. Solo falta quien se decida a aplicarlo”, sostuvo.
Actualmente, el proyecto se encuentra en la búsqueda de financiamiento para su escalamiento. El objetivo es claro: convertir esta solución piloto en una tecnología aplicable en tiempo real y en escenarios industriales complejos.
“Ya tenemos un sistema a nivel piloto. Lo que sigue es adaptarlo dependiendo del problema que se desea resolver… y colaborar con organismos o sectores que quieran implementarlo”, agregó el Dr. Peralta.
Finalmente, el académico hizo un llamado urgente a la ciudadanía, especialmente a las nuevas generaciones, para que se sumen al esfuerzo de proteger uno de los recursos más esenciales de la vida.
“Todos sabemos que a nivel mundial hay muchos problemas ambientales… el agua es vital. Por eso los invito a que tengan más conciencia al momento de abrir la llave, que cuidemos el recurso, porque cada vez es más escaso”.
Este proyecto no solo representa un avance científico; es una muestra del potencial que tiene la investigación pública cuando se pone al servicio de las problemáticas urgentes del país.
En imágenes Andrés Martínez para el 28 de Guanajuato Victoria Vera.
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