Contradicciones en su “bandera feminista”

Contradicciones en su “bandera feminista” Pedroza se victimiza y justifica su agresión.

 

La diputada de Movimiento Ciudadano, Alicia Pedroza, salió al paso de la denuncia interpuesta por su homóloga Luz Mendo por violencia política en razón de género, tras el episodio en el que, en plena sesión, le arrojó billetes a modo de humillación pública. Sin embargo, lejos de reconocer el acto, Pedroza optó por minimizarlo y justificarlo bajo el argumento de “protesta política”, contradiciendo el discurso feminista que suele enarbolar en tribuna y redes sociales.

“De ninguna manera considero que yo la haya humillado ni ejercido violencia. Fue un acto de protesta ante su incongruencia”, declaró

Pedroza insistiendo en que su reclamo no tiene relación con violencia de género, incluso acusó a su compañera de “instrumentalizar” las causas feministas para justificar su postura política, aunque fue ella quien recurrió a la burla como recurso de confrontación.

La legisladora de MC defendió que lo ocurrido durante la votación sobre la despenalización del aborto no fue un acto de violencia, sino de reclamo legítimo. Sin embargo, en esa justificación emerge la contradicción: mientras promueve la defensa de los derechos de las mujeres y la sororidad como principios de lucha, recurre al escarnio público contra otra mujer cuando esta no vota en sintonía con su agenda.

Pedroza no solo rechaza reconocer responsabilidad en los hechos, sino que además descalifica la denuncia presentada por Mendo, a quien reprocha haberla interpuesto “cuatro meses después” del incidente.

“Eso no encuadra en violencia política en razón de género”, afirmó, escudándose en pronunciamientos de colectivas que, según ella, rechazan la “instrumentalización del feminismo”.

La respuesta de la diputada deja ver la incongruencia de su discurso: por un lado se presenta como defensora de los derechos de las mujeres y promotora de un Congreso con perspectiva de género; por otro, justifica públicamente un acto de agresión que, en los hechos, reduce el debate legislativo a una escena de humillación personal.

Con esta postura, Pedroza abre un precedente peligroso: el de normalizar la agresión y el ataque bajo el disfraz de “protesta política”, borrando de un plumazo la sororidad que tanto presume defender.

En imágenes Andrés Martínez para el 28 de Guanajuato Victoria Vera.